El uso del móvil mientras se conduce equivale a conducir ebrio
Un reciente estudio sostiene que el uso indebido del móvil es una de las distracciones más frecuentes al volante, siendo esta una práctica de alto riesgo.
Deja es teléfono móvil para otro momento y disfruta de conducir y las vistas que tenemos en las carreteras, y que mejor forma que alquilando un coche.
Al escribir un sms mientras se conduce genera el mismo riesgo que circular ebrio. Dos grandes compañías como la RACE y Microsoft han analizado lo que ya supone la primera causa de mortalidad en las carreteras de España. Durante el estudio se produjo un fallo en la conexión a los servicios de un operador móvil en Dubai y Abu Dhabi, y durante esos días se redujeron un 20% en el primer país y un 40% en el segundo, sin lamentar accidentes mortales. Ambas entidades han destacado este ejemplo de que el uso indebido del móvil al volante es una de las principales distracciones que genera accidentes.
La condución distraída o desatenta provoca un riesgo debido a que el conductor no es capaz de detectar un problema en la vía y reaccionar a tiempo, comete errores en la conducción y ralentiza la toma de decisiones. Por todos estos motivos, las autoridades han hecho mención específica en la legislación española al uso de móviles mientras se conduce.
Aunque los conductores dicen que son conscientes de la peligrosidad que implica el uso de móviles mientras se conduce, las empresas que han realizado el estudio han asegurado que son todavía numerosos los que siguen usándolo mientras van al volante.
Además, este estudio nos ha confirmado que el 89% de los encuestados piensa que el teléfono móvil puede suponer un riesgo de accidente, tanto como pasajero de un vehículo como peatón, estos también han reconocido su utilidad para avisar en caso de emergencia. El 15% de los usuarios ha sufrido una situación de riesgo por un móvil.
La opinión de los conductores es que enviar un SMS o correo mientras se conduce entraña un riesgo mayor que beber alcohol si se va a conducir. Por el contrario, hablar con los pasajeros es la actitud menos peligrosa para los usuarios.